ALGUNOS DERECHOS RESERVADOS

ALGUNOS DERECHOS RESERVADOS
CREATIVE COMMONS. Línea discontínua by Silvia Tena is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.

23/1/21

 


AUSCHWITZ Y PERFUMES DE LUJO

Estos días se han cumplido 75 años de la liberación de Auschwitz. Las televisiones, periódicos, redes sociales y hasta el cine han tirado de hemeroteca y han vuelto a mostrar muchas de aquellas viejas imágenes que tanto impactaron en los cincuenta; amasijos de cuerpos calcinados, trajes a rayas, cabezas rapadas y rostros famélicos. Hace poco, contemplando las imágenes elegidas por Sam Mendes para su último filme «1917», reflexionaba sobre cómo de importante es, y sigue siendo, la dimensión política de las imágenes. Las imágenes (muchas de ellas), siempre han estado vinculadas a esta cuestión; baste recordar que hoy en día muchas personas graban las manifestaciones con su teléfono móvil. Como señaló Didi-Huberman, la imagen incita y reclama a quien la observa, pero también es cierto que el bagaje de quien observa no se puede excluir del fruto que saque de lo observado. Somos lo que vemos. Vemos según somos. Pero el problema es cuando vemos sin ver, cuando miramos sin observar. Son más eficaces las imágenes del horror de Goya o Picasso que cien mil móviles filmando escombros de los edificios de Siria o atentados como el 11-S; más los paisajes líricos de Godard o Vermeer que los documentales geográficos; más las ciudades de Kracauer, Pasolini, Eisenstein o Cartier-Bresson que los anuncios publicitarios de coches recortados sobre un fondo de rascacielos y asfalto. Y ello porque más que banalizarse las imágenes, lo que se ha trivializado es nuestra mirada. Nos hemos acostumbrado a la banalización porque no nos han dado los elementos del testimonio mismo. ¿Cómo se puede informar sobre los terribles sucesos de Siria y a continuación dar una receta de cocina o los deportes?  Ésa es la inmensa responsabilidad de los Mass-media: el manejo de las imágenes. Hay periódicos que en una doble página muestran el cuerpo mutilado de una víctima de una masacre y, al lado, un modelo de Dior anunciando un perfume exclusivo. Desproveer a las imágenes de su potencial es también una estrategia de poder. La primera vez que se publicó la fotografía de Robert Capa Muerte de un miliciano, lo hizo Life enfrentándola a un anuncio de dentífrico estableciendo así una equivalencia que busca hacer la imagen «inofensiva», «vacua». Nuestro gran error es pensar que sólo se mira con los ojos. Se mira con todo el cuerpo y, en segundo lugar, con el lenguaje. Mirar es un trabajo, largo y duro. Cada imagen nueva requiere un trabajo nuevo, reaprender a ver y a hablar. Y para ello, hay que devolver el poder a la imagen. Ante la tiranía normalizadora de Facebook, Twitter o Instagram, hay que buscar lo diferencial, la lírica, la capacidad de ahondar en las cosas. En definitiva; el poder de la imagen como constructora de relato.

© Silvia Tena
https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/castellon/2020/02/03/5e37d18dfdddff0a0a8b458d.html

No hay comentarios: